Inversión Pasiva

Te explicamos que es la estrategia de inversión pasiva, que beneficios tiene y como se compara con la activa

La semana anterior revisamos la estrategia de inversión activa, que basa su funcionamiento en base a elegir mediante análisis fundamental, es decir, se intenta escoger las empresas que están “baratas”, para así ganarle al mercado. Hoy, explicaremos el método de inversión pasiva, contando sus características y diferencias con la inversión activa.

¿Qué es la inversión pasiva?

La inversión pasiva es un método de inversión, que basa su estrategia en igualar el rendimiento de mercado, esto porque se puede suponer que los precios actuales ya reflejan lo que se espera del futuro y no existe una forma real de saber de antemano cual será el rendimiento de cada activo en los mercados. Por esto, este tipo de inversión busca igualar los llamados benchmarks, los cuales son índices que representan el rendimiento del mercado, y que se usan para comparar la inversión propia con el rendimiento de mercado. Un ejemplo de esto es el índice bursátil del S&P 500, el mayor índice bursátil de Estados Unidos, y que puede tomarse en cuenta como una buena representación del rendimiento del mercado accionario estadounidense.

Entonces, si creemos que no podemos prever el futuro del mercado accionario estadounidense, pero creemos que como un todo este va a crecer, tanto por los resultados históricos del índice, como por la información económica relevante del país, podemos invertir de tal forma que obtengamos el rendimiento del índice.

También es importante mencionar que este tipo de estrategia no necesita de ajustes en su composición de forma periódica, ya que copia un índice que casi no varía su composición, por lo que frente a una inversión activa permite el ahorro de varios costos de transacción.

¿Cómo invertir de forma pasiva?

Existen varias formas, pero las más comunes son las siguientes:

Fondos Mutuos o de inversión

Estos fondos son ofrecidos por bancos e instituciones de inversión, y son fondos que invierten en distintos activos, tanto con estrategias activas como pasivas, en este caso tendríamos que elegir las de tipo pasivo, entre lo que se puede encontrar fondos que siguen a distintos mercados, y se tienden a conformar por zona geográfica o industria. Por ejemplo, existen fondos mutuos de inversión pasiva del mercado mundial, latinoamericano, europeo, estadounidense, etc… Esto nos permite seguir a los rendimientos de inversión que entregan esas zonas geográficas de una forma pasiva, además de ser una opción fácil de obtener y monitorear, ya que los fondos ya empaquetan todos los activos necesarios para replicar los benchmarks.

ETF (Exchange Trade Funds)

Son fondos que se transan directamente en las bolsas de comercio, estos tienen una forma de organización muy similar a los fondos mutuos, pero suelen tener una capitalización mayor, ya que en su mayoría son transados en todas partes del mundo. Un ejemplo de aquello es el iShares Core S&P 500, un ETF que maneja US$ 281.847 millones, y que busca seguir el rendimiento del índice de acciones S&P 500, lo cual hace muy bien, ya que su beta es de 1 (el beta de una cartera de inversión muestra como cambia su valor respecto al valor de mercado del índice de referencia), este valor de 1 significa que sus valor varia exactamente igual que el índice S&P 500, que es lo que se busca replicar.

Otro punto a favor de los ETF es que tienden a tener bajas comisiones, por lo que puede ser la opción más eficiente en cuanto a costos.

Directamente comprando cada activo

Esta es probablemente la opción más complicada de usar para un inversionista mediano o pequeño, ya que implica hacer todo un aparataje operativo para comprar los activos necesarios para replicar el rendimiento de mercado. O sea que se debe estudiar la composición del índice que se quiere replicar, y asignar los pesos relativos de cada activo para replicar el retorno del índice de referencia, esto implica perdida de tiempo y dinero, pero en el caso de un inversionista de tamaño muy grande, esto puede significar el ahorro de costos transaccionales que se llevan los creadores de fondos mutuos, de inversión y ETF.

¿Por qué podría ser mejor que la inversión activa?

Costos

Como ya dijimos, en términos de costos de operaciones son más bajos que las inversiones activas, las que implican estudiar y ajustar las inversiones de forma periódica, y por ende, tener que pagar comisiones cada vez que se compran o venden nuevos activos para ajustar la estrategia de inversión, lo que termina disminuyendo el rendimiento, incluso hasta ser peor que estrategias pasivas, tal como dijo William Sharpe (premio nobel de economía de 1990).

Largo plazo vs Corto plazo

En una serie de documentos académicos del mundo financiero, se ha llegado a la conclusión que cuando los mercados se acercan a la eficiencia en el uso de información, las inversiones pasivas suelen ganar frente a inversiones activas, ya que, si bien en corto plazo se pueden obtener ganancias sobre el mercado, estas pueden ser en parte por la suerte que tuvo el gestor del fondo, y por lo tanto en el lago plazo es difícil de mantener rendimientos sobre el promedio del mercado.

Diversificación

La inversión pasiva puede crear el mayor nivel de diversificación posible, ya que al representar una inversión que sigue al mercado, por lo que los riesgos específicos de cada activo tienden a anularse con el de otros, a medida que en la estrategia de inversión abarca mayor cantidad de mercados, más podrá diversificar, ya que el riesgo especifico de las inversiones se puede eliminar totalmente aumentando el número de activos en el que se invierte. Las inversiones activas suponen poner un peso mayor a ciertos activos, lo que genera que ese riesgo especifico de la cartera no sea del todo eliminable, y por tanto, genera un mayor riesgo sobre la inversión.

Eficiencia de mercados

La “única” forma de que las inversiones activas puedan ganarles a las activas, es si los mercados financieros son ineficientes, lo que implica que los precios no reflejan el valor fundamental de los activos, dejando espacio para elegir los activos subvalorados y luego venderlos a su verdadero valor o más.

La discusión de si los mercados son eficientes o no es larga, y todavía no existe una conclusión compartida, sin embargo, se tiende a pensar que los mercados son levemente ineficientes o dicho de otra forma algo cercano a eficientes, por lo que pueden existir oportunidades para que la inversión activa sea mejor, aunque no son fáciles de encontrar esas oportunidades fuera de su valor intrínseco.

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