Durante los últimos dos años, el mundo ha sido azotado por una crisis económica importante a causa de la pandemia de COVID-19, llevando a las economías a recesiones y a desincentivar el crecimiento económico. Para intentar de salir de estas situaciones de crisis, los bancos centrales generalmente bajan las tasas de interés por medio de una política monetaria convencional expansiva, es decir, prestando dinero a los bancos comerciales a menor costo, llevando a las tasas de interés de mercado a la baja, e incentivando la adquisición de préstamos para consumo o inversión. Pero desde la crisis subprime de fines de la década del 2000, las tasas de interés ya han estado bajas, incluso llegando a estar negativas, lo que hace que sea difícil o casi imposibles bajar más aun las tasas para generar los incentivos necesarios para impulsar la economía, como respuesta a esto, luego de la crisis financiera de 2008, los bancos centrales empezaron a utilizar formas no convencionales de política monetaria, dentro de ellas se encuentra el “Quantitative Easing”, que también es llamado QE, y que permite generar mejores condiciones de liquidez y préstamos en la economía, sin bajar directamente las tasas de interés.
¿Qué es el Quantitative Easing?
El Quantitative Easing es el nombre que se le brinda a la estrategia de un banco central, por el cual brinda liquidez al mercado por medio de compra de activos, sin bajar directamente la tasa de interés de referencia del banco. Esto se logra con la creación de dinero sin respaldo, por ejemplo, imprimiendo dinero y con él comprando bonos, títulos de deuda, activos financieros, que permitan dar liquidez a los bancos y por ende intentar mejorar las condiciones para adquirir dinero de forma más barata.
En general, esta estrategia no implica imprimir el dinero, sino que el banco central simplemente crea dinero digital, aumentando su propio patrimonio de forma unilateral y arbitraria (básicamente aumenta la cantidad de dinero de su cuenta bancaria sin haber depositado dinero real). Con el dinero extra, sale a los mercados financieros y compra activos financieros de los bancos comerciales, lo que genera que los bancos tengan mayor liquidez para prestar dinero a personas y empresas, mientras el banco central aumenta su balance con la posesión de los activos financieros, que en general son bonos corporativos o de gobierno que tenían los bancos comerciales.
Al final de cuanta, el efecto que genera es que, cuando los bancos comerciales tienen mayor cantidad de efectivo, estos tienden a prestarlo a sus clientes a costos más bajos que antes, y por lo tanto incentivar el consumo e inversión en la economía, generando una posible recuperación de la crisis.
Parece ser una buena solución, pero ¿qué deficiencias o peligros implica?
Existen varios puntos a tomar en cuenta para ver si esta es una solución beneficiosa o no, entre ellos están:
Creación de dinero implica inflación:
Cuando una economía aumenta su oferta de dinero (cantidad de dinero circulante, entre otros), pero su demanda no lo hace (mejora la percepción de que la esa moneda es más valiosa), entonces estaremos frente a un desequilibrio monetario que generará inflación, ya que el valor de la moneda cae, principalmente porque cada billete es menos deseado por el aumento de cantidad de este (menos escaso). A fin de cuenta, el quantitative easing es una forma de aumentar el dinero sin un respaldo de su valor, como también lo es imprimir dinero, por lo que, en corto plazo puede crear un ambiente de crecimiento económico, pero hay que recordar que la inflación tiende a aparecer con un rezago de uno a dos años, por lo que, pasado ese plazo, la inflación debilitará el poder de recuperación de la economía.
Duración y termino:
También dependerá su éxito si esta políticas se logra retirar en el mediano o corto plazo, ya que esta gran cantidad de dinero, no tiene otro objetivo que crear un incentivo a la inversión y consumo en el corto plazo, de esta forma, los bancos centrales con el término de las crisis, deberían volver a vender los activos que compraron, además debe generar una llamada “esterilización monetaria” para evitar los efectos negativos generados por el aumento de la cantidad de dinero circulante, una forma es “devolver” el dinero que crearon virtualmente para la utilización del QE, que se puede hacer “quemándolo” o simplemente rebajándolo del balance del banco y eliminar ese dinero, de esta forma se puede disminuir la posibilidad de una inflación de precios en la economía en el mediano a largo plazo, como también la pérdida de valor de la moneda local.
Credibilidad:
Dependiendo de la credibilidad que tengan los actores del mercado en una estabilidad económica, el dinero extra puede no ser ocupado como lo era esperado, por tener expectativas negativas, lo que hace que, aunque el costo de financiamiento de las empresas caiga, estas no verán seguridad en poder ganar dinero, por lo tanto, no utilizarán el dinero del QE, ya que no existen los incentivos futuros. Esto se puede ver en el caso de Japón, que a pesar de haber hecho esfuerzos gigantescos por medio de quantitative easing, en el mediano y largo plazo, la economía japonesa no ha logrado volver a crecer, encontrándose en la actualidad, con un producto interno bruto menor que varios años de la década de los 90 en adelante.