En esta semana, queremos hablar respecto al termino de “tasas de interés”, desde lo más básico, pasando por su utilidad en nuestra vida diaria y llegando a los aspectos relevantes y necesarios para tener una definición clara en la cabeza.
Empezando por lo más sencillo, una tasa de interés se puede ver como el precio que tiene el dinero a través del tiempo. Ya vimos en nuestro artículo anterior sobre inflación, que no es lo mismo tener 100.000 pesos hoy que tenerlos en 5 años más, razones como la inflación y lo que podrías generar con esos 100.000 pesos hoy son algunas de las razones por las que preferirías tenerlos ahora que recibirlos en el futuro, pero entonces, ¿qué cantidad de dinero será suficiente, tal que prefiramos esperar 5 años para recibir el dinero y no recibirlo ahora? Está es justamente la noción básica de la tasa de interés, pues refleja el precio o el valor mínimo al que una persona estaría dispuesta a esperar por recibir una cantidad de dinero especifica.
Esta no es la única manera en que podemos ver la tasa de interés, en el ejemplo anterior estábamos recibiendo dinero, pero ¿qué pasa sí ahora yo quiero empezar un proyecto de venta de gorras, pero no tengo el dinero suficiente para comprar todo el stock que necesito? Lo que sucederá es que pediré prestado dinero, ya sea a una entidad financiera o a un conocido, lo que significa que recibo un monto de dinero y me comprometo a devolverlo en cierto tiempo junto con un valor extra por el tiempo que estuve usando ese dinero. Esa cantidad extra se denomina interés.
Entendiendo los dos ejemplos anteriores, las tasas de interés nos permiten llevar el dinero en el tiempo hacia adelante (ahorro) y también nos permiten hacer gastos o consumos hoy sin haber tenido un ingreso aunque esperamos suceda en el futuro(deuda), lo que nos lleva entonces a la siguiente pregunta y es: ¿Quién determina esa tasa? Esta respuesta si es mucho más compleja, pues ¡los factores que los determinan son muchos! Pero vamos por partes: En primer lugar, se determina por la cantidad de gente o empresas que está necesitando dinero ahora (demanda de dinero) y otro grupo de personas que estén dispuestos a esperar recibir un flujo de dinero en el futuro sin necesitarlo en ese momento (oferta de dinero), es decir, si hay más gente necesitando dinero hoy que la gente que está dispuesta a prestar dinero, entonces las tasas de interés deberán ser altas pues hay mucha gente dispuesta a pagar ese “precio” por tener el dinero hoy en día. Este flujo o equilibrio generalmente lo canalizan las entidades bancarias quienes son las que reciben los ahorros de las personas (depósitos) y otorgan prestamos (créditos), cobrando un porcentaje de dinero por esta intermediación.
Pero ¿es el único factor que afecta las tasas de interés? No, también el banco central, entidad que generalmente tiene la facultad de emitir dinero, posee cierta capacidad de incidir en estos cambios de tasas, además también hay factores como el tipo de cambio, el riesgo del país en el que nos encontramos, la capacidad de pago de las personas, etc.… pero tranquilos, todos esos términos y factores los explicaremos detalladamente en nuestros siguientes artículos. Con lo que te debes quedar es que una tasa de interés es un precio, y sólo tú con tus preferencias y necesidades puedes determinar si es un precio muy costoso o por el contrario muy barato para trasladar el dinero al tiempo que encuentres necesario.